Este Día Internacional del Beso recordemos todo lo que sucede durante este gesto de cariño que ante la pandemia de Covid-19 se ha convertido en un acto incluso peligroso por contagio.
“Por besarte, mi vida cambiaria en un segundo…” Antes de la pandemia, los pequeños actos de amor como el tomarse de las manos o dar un beso eran parte de nuestra cotidianidad, sin embargo, con la llegada de la pandemia esto cambió.
Hace más de una año nacieron normas de sanidad para evitar contagios de Covid-19, como lo es el uso del cubrebocas, distanciamiento social o incluso aislamiento, por lo que este símbolo de afecto ha desaparecido poco a poco.
A pesar que actualmente compartir besos puede significar un acto de riesgo al contraer Covid-19, en realidad el besar conlleva distintos beneficios y curiosidades.
Besos para curar el alma y mejorar la salud
Los besos tienen numerosos beneficios a nivel emocional y químico. Al hacerlo, el cerebro libera un cóctel de sustancias químicas encendiendo los centros de placer, pues fluye la oxitocina, dopamina y serotonina, que pueden trasladar a la euforia.
A menudo se la conoce como la “hormona del amor” porque despierta sentimientos de afecto y apego, de acuerdo a la Universidad de Oxford el besar nos ayuda a evaluar a las parejas potenciales y es un fuerte indicador de la satisfacción sexual de una relación.
Sin embargo, los besos no sólo se incluyen en el aspecto sexual o romántico, sino que al ser liberar endorfinas dan una sensación de bienestar que ayuda al apego, es por eso que amigos y familiares pueden llegar a compartir este gesto como “un beso en la mejilla” o “beso en la frente”.
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