Ni la magia de Disney pudo salvar a la nueva Blancanieves del desastre.
La esperada versión live-action del clásico de 1937 se ha convertido en uno de los mayores fracasos de la compañía, con una recaudación de apenas 43 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos.
Para ponerlo en perspectiva, Dumbo (2019), que tampoco fue un éxito, logró 46 millones, y Cenicienta (2015) alcanzó los 67.9 millones.
Una película rodeada de polémica
Desde el inicio, Blancanieves estuvo envuelta en controversia.
Las críticas de Peter Dinklage sobre la representación de los siete enanos, las declaraciones de Rachel Zegler tachando la historia original de “extraña” y calificando al Príncipe Azul de acosador, e incluso su postura política, encendieron los ánimos del público.
El resultado? Un desastre en taquilla y una calificación de 1.5/10 en IMDb, ubicándola entre las peores películas de la historia según el sitio.
Una producción multimillonaria que no despega
Con un presupuesto de más de 250 millones de dólares, la cinta necesita superar los 300 millones solo en Estados Unidos para aspirar a recuperar la inversión.
Pero, con una recaudación que se desplomó más del 75 % el lunes posterior al estreno, todo apunta a que Disney tendrá que aceptar una dura derrota.
¿Aprenderá Disney la lección?
Mientras Blancanieves se hunde, la atención ya está puesta en la próxima adaptación live-action de Lilo & Stitch, que, según adelantos, parece alejarse de la agenda progresista que el público ha rechazado en esta película.
¿Se acabó la era de las reinterpretaciones de Disney? O simplemente, ¿Blancanieves fue el tropiezo más grande de todos?
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DIEGO LEIZA
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