Símbolo de lealtad: Hachiko cumple 100 años
Esta es la historia de un perro que esperó durante casi una década la llegada de su dueño que nunca regresó.
Hachiko, el perro conocido por su lealtad y amor a su dueño nació en noviembre de 1923. Hoy en Japón celebran que cumple 100 años.
Una historia conmovedora
Un akita Inu que esperó durante casi 10 años a su querido amo en el mismo lugar, esta es la historia del perrito de un profesor de universidad que murió y jamás pudo volverse a encontrar con su fiel amigo.
Frente la estación Shibuya, este peludito tiene su estatua que se convirtió en una de las principales atracciones para los turistas en Tokio, Japón.
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Todo sucedió en Japón
Hachiko fue el regalo para una de las hijas de un profesor de Ingeniería que se quedó al ciudado del perrito cuando su pequeña hija creció.
El profesor Hidesaburō Ueno, se iba a trabajar en tren todos los días y Hachiko siempre lo acompañaba y lo esperaba en la estación hasta que regresara.
Pero uno de esos días, Ueno nunca más volvió, pero sin importar cuando tiempo había pasado Hachiko siempre regresaba para buscarlo, lo esperaba durante horas pero nunca logró encontrarse con él de nuevo.
Todo esto sucedió durante más de nueve años, así lloviera, tronara o se cayera el cielo, el peludito estaba ahí para esperarlo todos los días.
Lo que el hermoso Hachiko no sabía, era que Ueno había sufrido un paro cardíaco que acabó con su vida, pero cómo le explicas a un perrito que esto había sucedido, era imposible.
A pesar de eso la gente nunca lo dejó solo, los habitantes de Shibuya se encargaron de alimentarlo y de cuidarlo, sentían admiración por el perro y debido a esto exigieron una estatua en su honor.
El 8 de marzo de 1935 Hachi murió y su cuerpo fue disecado y guardado en el Museo de Ciencias Naturales del distrito de Ueno, desde entonces el país conmemora cada año su fidelidad.
En Japón Hachiko es un símbolo nacional de lealtad, le guardan mucho cariño y respeto, pero no sólo en ese país, todos los que conocemos su historia estamos conmovidos por lo que hizo.
Si no has visto la peli ¿qué esperas? Eso sí, hazlo bajo tu propio riesgo porque su historia definitivamente provocará que se te salgan unas cuantas lagrimas.
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