Xoloitzcuintle, es el primer crematorio público para mascotas, ubicado en el panteón Civil Dolores, de la alcaldía Miguel Hidalgo.
Despedirse de una mascota es complicado, el dolor de la pérdida y qué se hará, pues ya no se puede enterrar en un patio.
Es por eso que este sitio, Xoloitzcuintle, el primer crematorio público, surge desde hace más de tres años, para dar una muerte digna a los animales de compañía o mascotas.
Una vez que la mascota culmina su tiempo en la tierra, viene el dolor y la pregunta de qué haremos con su cuerpo.
Se llega a este lugar donde el personal es muy empático, pues dejan que las personas lloren y se despidan de sus animales de compañía.
“Lo más difícil para la persona es dejarlos, es un duelo, pero es parte del ciclo de la vida”, dijo Ernesto Guevara Patiño, encargado del sitio.
El hombre dio una entrevista al Heraldo y compartió que allí cremó a su perrita de raza pitbull.
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El procedimiento es que pasa por un proceso de enfriamiento, se sacan los restos óseos a una temperatura de 700 grados.
Luego, tras 15 minutos se coloca el material en una trituradora, con esto se culmina el proceso y se entregan las cenizas en una bolsa, para que la familia decida si la guarda o esparce.
