Cada vez que la Capilla Sixtina lanza una columna de humo al cielo, el mundo entero contiene el aliento.
La fumata, como se le conoce en italiano, es la manera en que la Iglesia católica anuncia si ya hay o no un nuevo Papa.
¿Qué significa el humo negro y el blanco?
Un humo blanco significa alegría: ¡tenemos nuevo pontífice!
El negro, en cambio, indica que los cardenales aún no llegan a un acuerdo y seguirán deliberando.
Durante el proceso, los cardenales votan en secreto, y tras cada ronda de sufragio, las papeletas se queman.
Si no hay una elección definitiva, se utiliza una mezcla que produce humo negro, indicando que no se ha alcanzado un consenso.
Si se elige a un nuevo Papa, se genera humo blanco, señal de que el mundo católico tiene un nuevo líder espiritual. Esta tradición sigue siendo una de las más simbólicas y esperadas dentro del ritual vaticano.
Este ritual, que parece sacado de otra época, sigue siendo crucial.
Desde el siglo XIII, cuando el Papa Gregorio X ordenó cambios al proceso en el Concilio de Lyon, se implementó este sistema para comunicar de forma clara el resultado de las votaciones del cónclave.
Así, el humo se convierte en el puente entre las decisiones de los cardenales y los millones de fieles que esperan noticias del nuevo líder espiritual del mundo católico.
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DIEGO LEIZA
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