
Prepárate para dormir con la luz encendida, porque Annabelle, la muñeca maldita que inspiró las películas de El Conjuro, volvió a dar señales de vida, pues en redes sociales comenzó a circular el rumor de que desapareció.
Según miles de usuarios en internet, la terrorífica muñeca de trapo, esa misma que según los Warren está poseída por un demonio, se habría escapado mientras estaba de gira en un tour paranormal llamado Devils on the Run.
El escalofriante rumor surgió cuando algunos visitantes del evento en Nueva Orleans dijeron no haberla visto en la exhibición. Y como si fuera poco, poco después, un misterioso incendio en una antigua plantación cercana avivó el miedo colectivo. ¿Casualidad? ¿O algo (o alguien) quería enviar un mensaje?
Las redes se incendiaron con teorías: que se había soltado de su caja, que alguien la había robado, que se había liberado para cumplir una misión oscura.
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¿Es neta que Annabelle desapareció?, desmienten teoría
¡Tranqui!, Dan Rivera, investigador principal de NESPR (la misma sociedad fundada por Ed y Lorraine Warren), lanzó un TikTok en el que explica que Annabelle sigue en su caja, dentro del Museo de lo Oculto.
Además, confirmó que Annabelle estará presente en la Rock Island Roadhouse Esoteric Expo 2025 en Rock Island, Illinois, el 4 de octubre. ¿Tú irías a verla de cerca?
Por si fuera poco, esta no es la primera vez que se rumora sobre su “escape”. En 2020 también corrió el mismo rumor, y Tony Spera, yerno de los Warren, tuvo que calmar a todos desde YouTube diciendo:
“Annabelle está aquí. No se fue a ningún lado. No voló en primera clase ni fue a visitar a su novio…”
Pero ojo, hasta él lo advirtió con seriedad al final: “Me preocuparía si Annabelle realmente se fuera, porque no es para jugar”.
Annabelle apareció por primera vez en El Conjuro en 2013, pero su leyenda es mucho más antigua. Desde 1970 se dice que la muñeca ha mostrado “comportamientos maliciosos y aterradores”. Y aunque esté encerrada, nadie puede negar que su presencia aún da escalofríos.
Así que ya sabes, si alguna vez sientes que una muñeca te mira por las noches, asegúrate de que no tenga moñitos rojos y una sonrisa cosida con hilos del más allá.
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