Donald Trump vuelve a hacer de las suyas y esta vez su berrinche tiene que ver con… ¡su propio retrato presidencial!
El expresidente exigió que retiren su pintura del Capitolio del Estado de Colorado, asegurando que está “distorsionada a propósito” y que es “la peor” que ha visto en su vida.
“A nadie le gusta una mala foto o pintura de sí mismo”, soltó en su red social Truth Social, como si estuviera revisando su Instagram y no hablando de historia presidencial.
Pero Trump no se quedó ahí. También se lanzó contra la artista Sarah A. Boardman, quien pintó previamente el retrato de Barack Obama en el mismo lugar.
“A Obama lo hizo ver maravilloso, pero en el mío parece que perdió el talento con la edad”, disparó el magnate, dejando claro que, para él, cualquier imagen que no lo haga ver como una estatua griega es inaceptable.
El drama del retrato presidencial
Esta no es la primera vez que el retrato de Trump da de qué hablar. En su momento, ni los propios republicanos de Colorado se animaron a financiarlo, dejando el espacio vacío durante años.
La cosa se puso más divertida cuando un activista se metió al Capitolio y colgó, en su lugar, un retrato de Vladimir Putin.
Sí, Putin. El escándalo fue tal que, al final, lograron reunir los 10.000 dólares para la pintura oficial… aunque parece que Trump hubiera preferido que dejaran al ruso.
La artista responde y el gobernador se burla
Mientras tanto, el gobernador de Colorado, Jared Polis, respondió con ironía al berrinche del expresidente:
“Nos alegra saber que el señor Trump es fan de nuestro Capitolio y sus obras de arte. Siempre buscamos maneras de mejorar la experiencia de nuestros visitantes”.
Con Trump exigiendo que su retrato desaparezca, solo queda una pregunta: ¿quién se anima a poner el de Biden en su lugar solo para ver qué dice?
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DIEGO LEIZA
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