Las investigaciones por el asesinato del diputado federal electo de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, se llevaron a cabo sin protocolos que permitan validar la versión dada a conocer por la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa (FGJS), de acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR).
Las principales irregularidades son la falta de una explicación (mecánica de hechos) detallada sobre la presunta agresión, la inexistencia de protocolos de resguardo e investigación, así como la anulación de posibles evidencias al ser incinerado el cuerpo sin protocolos judiciales.
A través de un comunicado, la dependencia informó: “en la necropsia no se establecen de forma correcta, los signos cadavéricos inmediatos, temperatura, signos tanatológicos, livideces, ni la descripción correcta y evolución que tuvo el cuerpo”.
Las investigaciones realizadas por la Fiscalía General de la República, establecen “un fuerte hematoma en la cabeza”, “cuatro disparos en las piernas”, “el video de la gasolinera tiene sonido y sólo se escucha un disparo”, incongruencias en los testimonios de los empleados de la gasolinera, no existe descripción de los supuestos agresores.
“Que los tres empleados de la gasolinera no refieren haber escuchado disparos. Que no se identifica con precisión la fisionomía de los ocupantes de la camioneta. Que no hay mecánica de hechos del evento. Que no se procesó criminalisticamente el lugar de los hechos, ni el vehículo”.
La FGR informó que a pesar de distintas manchas de sangre en la batea de la camioneta, no hay ni peritajes, ni determinaciones al respecto.
Tampoco se cumplieron las medidas de preservación del cuerpo, permitiéndose una incineración que es contraria a las prácticas criminalísticas sobre investigación de homicidios.
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Y a todo esto, qué paso con el tema de “El Mayo”
Sobre las indagaciones de la captura de “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López “El Güero Moreno”, la dependencia, reiteró la investigación por el posible delito de traición a la patria.
Esto a partir de una cadena de ilícitos en los cuales se incluye el uso de una pista clandestina en territorio nacional.
Según la dependencia, el gobierno tiene la información para establecer si se realizó “un vuelo ilegal; con un avión de matrícula clonada; y con una conducta absolutamente irregular de quien piloteó ese avión y que ocultó toda la información de su vuelo en territorio mexicano, hasta que llegó a la frontera, donde ya dio solo el aviso de su aproximación y aterrizaje en territorio de los Estados Unidos, en donde ya lo estaban esperando”.
La Cancillería de México solicitó a Estados Unidos…
- Documento de autorización previa de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) del vuelo en que llegaron Ismael “N” y Joaquín “N”.
- Documento de la información anticipada sobre los pasajeros (API).
- Informe del sistema de seguridad de radares de los E.U.A., en la zona fronteriza con México.
- Constancia de las autoridades migratorias sobre la recepción de ese vuelo en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México (pilotos, pasajeros, pasaportes, visas vigentes).
- Constancia de aduanas sobre identificación y revisión de personas y pertenencias.
- Datos de identificación del piloto.
- Número de matrícula que llevaba el avión al momento del aterrizaje, legalidad y origen de la matrícula.
- Identificación de la aeronave.
- Registros aeronáuticos de la FAA (Federal Aviation Agency), sobre la matrícula y serie de la aeronave, incluyendo análisis histórico.
- Si el número de serie que aparece en la puerta de la aeronave, así como la matrícula N287KA, son los legales; y si históricamente le corresponden hoy en día a esa aeronave, o si existe alguna irregularidad.
- Número de serie real de dicha aeronave; y si existió cambio de alguna pieza en que se haya modificado dicha serie.
ARIEL HERNÁNDEZ
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