La mañana de este viernes se dio a conocer que una avioneta cayó en plena selva de Chiapas, mientras realizaba una misión sanitaria para combatir al gusano barrenador, una plaga que pone en riesgo al ganado, animales domésticos y hasta a los humanos.
El accidente ocurrió cerca del ejido San Vicente, en la zona serrana de Tapachula, casi en la frontera con Guatemala.
La aeronave sobrevolaba la región de Pavencul y Motozintla cuando se desplomó. Tras el impacto, la avioneta se incendió, dejando una escena devastadora que ya circula en redes sociales con imágenes de los restos calcinados.
Según reportes preliminares, a bordo iban al menos nueve personas, pero hasta ahora, se ha confirmado la muerte de tres tripulantes: el piloto y copiloto, ambos originarios de Guatemala, y un técnico mexicano del Senasica. El resto del equipo aún está siendo evaluado por los servicios de emergencia.
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La avioneta tenía la tarea de liberar moscas estériles, una técnica para frenar la propagación del gusano barrenador, plaga que puede hacer estragos en el campo mexicano.
Vecinos de comunidades cercanas fueron los primeros en llegar a la zona del siniestro, tratando de apagar el fuego. Aún no se sabe qué causó el desplome, y ni Senasica ni Sader han dado declaraciones oficiales hasta el momento.
Esta tragedia no solo deja una profunda pérdida humana, sino que prende las alertas sobre las condiciones en las que se realizan estas misiones en zonas de alto riesgo.
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