Cansados de aguantar en silencio, más de 40 trabajadores sindicalizados del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Hidalgo decidieron alzar la voz y formar un colectivo de resistencia.
El objetivo: hacerle frente a lo que denuncian como violencia laboral, de género y hostigamiento por parte del titular del Centro INAH Hidalgo, Osvaldo Sterpone.
Colectivo denuncia hostigamiento y malas condiciones
La agrupación está integrada por miembros de diversos sindicatos del INAH —entre ellos el Sindicato Nacional de Restauradores, el Sindicato Democrático de Trabajadores, el Sindicato de Profesores e Investigadores, y el Sindicato de Arquitectos Conservadores—, quienes señalan que las condiciones laborales en la institución han ido de mal en peor durante los últimos dos años.
“Nos hemos visto en la necesidad de movilizarnos como gremio para poder solucionar todas las situaciones que en este centro INAH estamos viviendo”, compartió Dominga Vega, una de las voceras.
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De acuerdo con Vega, han entregado proyectos, actas administrativas y hasta denuncias formales, pero no ha habido respuesta ni mejora alguna.
Personal sin perfil reemplaza a trabajadores calificados
Entre los principales reclamos está el desplazamiento de trabajadores por personal externo sin el perfil necesario.
“Ponen personal externo que no tiene las capacidades para realizar tareas como las que hacen los peritos que nos acompañan día a día”, añadió Vega.
Además, denuncian que trabajadoras del instituto han sido víctimas de violencia de género, sin que se haya actuado al respecto.
Director del INAH ignora las denuncias, acusan
Los trabajadores también critican la falta de atención del director general del INAH, Diego Prieto Hernández, quien, según ellos, ha ignorado la situación tanto en Hidalgo como en otras entidades con problemáticas similares.
Por ello, han buscado un canal de diálogo directo con la secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, con la esperanza de que intervenga y facilite una solución.
Protestas y mantas visibilizan la crisis
Mientras tanto, el colectivo ha realizado paros laborales intermitentes y ha colocado mantas y lonas en diversas actividades y sedes del INAH, como una forma de visibilizar la crisis institucional que atraviesan.
Esta nueva organización gremial busca no solo resistir, sino transformar las condiciones dentro del INAH. Y aunque el camino pinta complicado, su mensaje es claro: no están dispuestos a seguir trabajando bajo amenazas, violencia o injusticias.
ENRIQUE GUTIÉRREZ
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