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Lorena García recibe bastón de mando en Equinoccio de Primavera en Huapalcalco

La presidenta municipal de Tulancingo es la primera mujer de esta demarcación que recibe el signo de confianza indígena siendo alcaldesa

Este domingo, la zona arqueológica de Huapalcalco se convirtió en el epicentro de una ceremonia llena de historia, cultura y tradición, al celebrarse el Equinoccio de Primavera 2025. En un acto significativo, la presidenta municipal Lorena García Cázares recibió el bastón de mando de manos de los grupos de promoción indígena, un símbolo de respeto y liderazgo en la comunidad.

Huapalcalco: Un lugar de tradición y cultura

Ubicada en las afueras de Tulancingo, Huapalcalco es un sitio arqueológico de gran importancia histórica, conocido por su arquitectura prehispánica que data de más de mil años.

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Esta zona fue un importante centro ceremonial para las culturas que habitaron el Valle de Tulancingo y sigue siendo un lugar clave para la preservación de las tradiciones indígenas. La ceremonia celebrada en su seno no solo marcó el inicio de la primavera, sino que reafirmó el vínculo con las raíces culturales y espirituales de la región.

Lorena García recibe bastón de mando en Equinoccio de Primavera en Huapalcalco

Es así que recibir el bastón de mando en esta ceremonia es un acto de gran significado. Este objeto no solo representa la autoridad y el liderazgo, sino también la conexión con los pueblos originarios y sus tradiciones.

El Simbolismo del Bastón de Mando

El bastón es considerado un símbolo de respeto, poder y responsabilidad, y en este contexto, es entregado a quienes asumen la tarea de proteger y promover el bienestar de las comunidades indígenas. Para Lorena García Cázares, este acto supone reforzar su compromiso con la preservación de las costumbres locales y el fortalecimiento del tejido social.

Una ceremonia llena de tradición

La ceremonia estuvo llena de simbolismo, pues comenzó con la ornamentación de la pirámide de Huapalcalco, la elaboración de Xochimapales (una especie de ofrenda floral tradicional), y las danzas y música prehispánicas que dieron vida al evento. Con más de tres mil visitantes a lo largo del fin de semana, la fiesta no solo fue un homenaje a la naturaleza, sino también una muestra de la rica cultura de los pueblos originarios.

Comunidades de Zotictla, Santa Ana Tzacuala, Los Reyes (de Acaxochitlán) y Santa Ana Hueytlalpan se dieron cita para compartir sus danzas, música y sabiduría, también se contó con la presencia de médicos tradicionales de Altepetl Macehualli, quienes participaron en la sanación ritual de los asistentes.

Un evento que refuerza la identidad cultural

Este evento es parte de una tradición que lleva décadas celebrándose de manera continua, convirtiéndose en un pilar para la conservación de las costumbres y en un atractivo turístico de Tulancingo. Gracias a la colaboración del gobierno municipal, sociedad civil organizada, y grupos como el Enlace Ciudadano de Mujeres Indígenas “In Yolotl” y el Consejo Pro difusión de la Cultura Prehispánica Huapalcalli A.C., la ceremonia se consolidó como un acto de unidad y preservación cultural.

ENRIQUE GUTIÉRREZ

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