“Lo más complicado de hacer una película es que se vea”: Benjamín Romero
El cineasta Tulancinguense, Benjamín Romero, se prepara para mostrar su reciente obra “Máscara” en el festival italiano Paradiso Film Fest.
En entrevista para Subrayado, Benjamín compartió detalles sobre sus inicios en el cine, el amor por México y su camino a Italia.
Las películas de TV abierta
Su interés por el cine inició a muy temprana edad, pues le gustaba grabar sus historias en en cassettes, recuerda que sus primeras películas que lo maravillaron las vio en la tv abierta, fueron terminator y street figther.
Desde ese momento se cuestionó si lo que veía en la pantalla era real o no, cómo fueron realizadas, etcétera.
Fue entonces cuando despertó su curiosidad por la manera de contar historias.
Su ópera prima
Estudiando en la UAEH, junto con un compañero, buscaban hacer algo más allá de lo académico, por lo que se las arreglaron para que su tesis pudiera ser un proyecto fílmico.
“Sentía una necesidad de hacer algo más que lo académico”.
Fue entonces como Temasilli vio la luz, fue su primer cortometraje y se grabó en Acaxochitlán.
Con estas ganas de superarse, cursó un diplomado en el aquel entonces CUEC, en cine documental.
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¿Es difícil hacer cine en México?
“No sólo en México, yo diría que en el mundo”.
Mencionó que en el mundo del cine todo está predispuesto para que no se realice, sin embargo, es una cuestión de necedad de los organizadores.
“Hacer una película con tu celular no es suficiente, lo más complicado de hacer una película, no es hacerla, es que se vea”.
Desde su perspectiva como cineasta, Benjamín Romero compartió datos duros sobre el estado en que se encuentra el país en cuanto a producciones.
En México, de 230 películas realizadas al año, sólo 60 salen a la luz.
En cuanto a cortometrajes, se realizan 600 y sólo se ven de 60 a 100.
Por lo que asegura que “no hay peor película que la que no se ve”.
La lucha libre
Su atracción se debe a su entorno y crecer en el ambiente luchístico.
“Desde el día del niño celebrado con luchadores, los domingos de funciones gratuitas en Tulancingo, desde niño los colores y las máscaras me atraparon, el hecho de tenerlos tan cerca y de manera tangible fue lo que me llamó”.
Años después decidió regresar a ese gusto, para entender y resignificar los aspectos de la lucha y qué le significaba.
“Considero que buscaba espejearme en estos superhéroes de carne y hueso”.
A cielo abierto fue la primera exploración en esta idea, durante la pandemia buscó cómo los luchadores le hacían para sobrevivir.
“Durante el Covid, quería saber cómo le hacían, pues, en este mundo, un show sin gente es como una persona sin alma”.
De Tulancingo para Italia
“Siento mucho orgullo de ver a los de Tulancingo y de Hidalgo verlos triunfar en lo que hacen, ya sea deportes, música, arte y cultura”.
Le preguntamos a qué se debía esta generación de talentos procedentes de Tulancingo.
“Creo que se debe a que tenemos una deuda de autorreconocimiento con nuestro municipio, cuando salimos, siempre estamos presumiendo a la gente que está triunfando, tenemos esta hambre de querer buscar más y sobresalir para poner en alto el nombre de Tulancingo”.
Tras su selección para el Paradiso Film Fest, se encuentra emocionado, aún no asimila ciertas cosas pues no esperaba esta selección, aunque sí la buscaba, no creyó que pudiera darse.
Los mexicanos te deseamos suerte en este concurso.
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