Con incentivos, empleo e innovación con enfoque sustentable, el desarrollo industrial pone ahora a Hidalgo en el mapa nacional.
Como parte del Plan Nacional de Desarrollo impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, Hidalgo es elegido para albergar dos Polos de Desarrollo para el Bienestar. Tula y Zapotlán, son seleccionados por su ubicación estratégica, su conectividad con grandes obras de infraestructura, así como por su potencial educativo, territorial e industrial.
Estos Polos del Bienestar tienen el objetivo de atraer industrias sustentables que generen empleos bien remunerados, cuiden el medio ambiente con bajo consumo de agua y energía, y se integren de forma responsable a la región. La visión es clara: que el crecimiento económico se quede en Hidalgo y beneficie directamente a su gente.
Además, el proyecto incluye incentivos fiscales muy atractivos para empresarios y emprendedores locales. Por ejemplo, quienes inviertan en maquinaria y equipo podrán deducir el 100% de su inversión en activos fijos. También se ofrecerán deducciones adicionales del 25% para empresas que participen en programas de capacitación dual —un modelo donde los jóvenes estudian y trabajan al mismo tiempo— o que apuesten por la innovación e investigación.
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Así, los jóvenes podrán acceder a mejores oportunidades laborales y desarrollar habilidades alineadas con las necesidades del mercado, lo que contribuirá a reducir la migración y fortalecer el tejido social en Hidalgo.
Se dará prioridad a las empresas locales y mexicanas, y habrá espacios para que los empresarios opinen sobre las compañías que lleguen, asegurando un desarrollo ordenado y participativo.
Tula y Zapotlán se perfilan como puntos clave del nuevo mapa industrial de México, con una oportunidad real de crecimiento para las empresas hidalguenses.
BERE GAMBOA
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