Con la reciente incorporación de nueve municipios, Hidalgo consolida su posición como el único estado del país que ostenta 37 Pueblos con Sabor. Este reconocimiento no sólo promueve la diversidad gastronómica de la entidad, sino que también fortalece su atractivo turístico a nivel nacional e internacional.
Cada uno aporta un platillo emblemático que refleja la riqueza de su tierra y sus costumbres.
Atotonilco el Grande aporta la fruta de horno, pequeñas galletas de maíz con ingredientes dulces y frutales, típicas de celebraciones como el Día de Muertos. En Ajacuba, las dobladitas de salsa verde y roja destacan por sus tortillas rellenas de frijoles o queso, cubiertas de salsa y acompañadas de crema y cebolla. Chapantongo ofrece su conejo en salsa de chile morita, cocinado con especias y chiles secos.
Ixmiquilpan presenta sus quesadillas y gorditas de quelites, rellenas de quintoniles y verdolagas cocidas en comal. Molango de Escamilla sobresale con sus empanadas de alverjón, queso rojo, verde y tecocos pintos de frijol. En Nopala de Villagrán, la tradicional cecina con nopales combina carne salada y asada con nopales cocidos.
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Real del Monte conserva su herencia minera con el famoso paste de papa, empanada rellena de papa, carne y cebolla. San Agustín Tlaxiaca suma el conejo asado al estilo Tlaxiaca, marinado y cocinado lentamente. Finalmente, Tula de Allende ofrece los tacos de chinicuiles, larvas de maguey fritas y servidas en tortilla.
A estos nuevos Pueblos con Sabor se suman los ya reconocidos:
Mixquiahuala con sus enchiladas aguadas; Apan con las enchiladas apanenses; Metztitlán con el tamal de recaudo; Tizayuca con sus cocoles, nata y quesos; Villa de Tezontepec con la torta tezontepecana; y Alfajayucan con su chicharrón de res.
En Tianguistengo destaca su pan tradicional, mientras Tlahuelilpan ofrece el totomoxtle de caracoles. En San Felipe Orizatlán resalta la torta de mantequilla con queso y en Zacualtipán el tamal de bola de Xala.
Cuautepec de Hinojosa suma el pollo a la disco con gualumbos; Tepeapulco aporta las ancas de rana en chile verde; Francisco I. Madero ofrece las gorditas de panza; y Tezontepec de Aldama el tamal de pescado en penca.
Atitalaquia presenta el tlacoyo de frijol; San Agustín Metzquititlán sus tamales de xala; Atlapexco el pescado en hoja; Huasca de Ocampo la trucha al mixiote; y Tasquillo el mole Ts’umi. Santiago de Anaya, por su parte, destaca con el conejo en salsa de xoconostle; Actopan se reconoce por su Ximbó y Calnali destaca por su Zacahuil.
Con estos 37 municipios, Hidalgo no sólo preserva sus sabores ancestrales, sino que convierte su gastronomía en un atractivo turístico que proyecta su identidad al mundo.
BERE GAMBOA
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