El famoso tiktoker e influencer gastronómico Hecho en Mexico visitó Tulancingo y Huasca de Ocampo, donde fiel a su estilo “glotón” habló sobre los platillos típicos que probó.
Su viaje comenzó en la Central del Norte de la Ciudad de México, desde donde se desplazó al “Valle detrás del Tule”.
Su primera parada fue en los “Guajolotes la Tía”, restaurante de antojitos ubicado en la Colonia Estrella donde se deleitó con el plato más típico de Tulancingo.
“Es una torta como las que conocemos en Ciudad de México, pero tiene sus diferencias”.
“La Tía” es conocido por ser uno de los lugares donde se venden los guajolotes más picosos de la región, hecho del que dejó evidencia en su video.
“Yo pedí que me pusieran la salsa aparte, solamente tienen una y la mera verdad es una salsa muy buena, está medio picosa y le da un aire como si fuera un mole verde, nomás le ponemos salsa a nuestro guajolote y va pa dentro, una chulada”.
Probó uno de molleja, además de un plato de revoltijo (mezcla de papas doraditas con queso, huevo, salchicha, salsa, verduras y menudencias), una quesadilla de mollejas, un flan y una gelatina.
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También comió en La Fiacca, otro de los sitios más famosos de la ciudad para degustar este platillo.
Pasó a la Barbacoa “El Carnerito”, probablemente el lugar más famoso de Tulancingo para este manjar gracias a que el mismísimo tlatoani, Andrés Manuel López Obrador, frecuenta y suele pedir carne de este sitio para sus comidas en Palacio Nacional.
Aunque no le gustó mucho el consomé y lo calificó de “insípido”, pero destacó el sabor de la carne sin “ponerle nada”.
De hecho, después de darle una mordida a su taco de costilla con falda, aseguró que “como diría AMLO, esta barbacoa no la tiene ni Obama”.
Finalmente, en el centro de Tulancingo, fue al Restaurante Colonial, donde pidió dos de sus más elementales: chilaquiles y club sándwich.
Pernoctó en uno de los hoteles más representativos, ubicado en el mero corazón del municipio.
Además de Tulancingo aprovecho para ir a Huasca
El influencer igual visitó Huasca de Ocampo, Primer Pueblo Mágico de México, en especial los Prismas Basálticos y el Parque de las Truchas, donde devoró uno de estos ejemplares al mojo de ajo, así como dos tostadas de ceviche.
Asimismo, pidió una trucha especial de la casa con queso gratinado y mariscos, de la cual expresó “déjenme les digo que esa no tenía progenitora”.
ENRIQUE GUTIÉRREZ
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