El colectivo Ocotenco Kuautlali, encargado de proteger el bosque de niebla de Zacacuautla en Acaxochitlán denunció que autoridades federales otorgaron permisos para la operación de seis aserraderos.
Al día de hoy, en este bosque ya no hay ocotes ni sabinos, los aserraderos se los terminaron.
Filiberta Nevado, activista del colectivo, relató la situación que día a día aqueja a esta localidad.
“Todo el día transitan camionetas y otras unidades con troncos de madera de manera lícita e ilícita, trabajan de las dos formas”.
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Expuso la incongruencia de los tres niveles de gobierno por instalar un comité de cambio climático y hablar respecto a la sequía en la zona mientras que otorgan permisos de operaciones a nuevos aserraderos.
Como consecuencia de esta tala desmedida, dos manantiales se secaron, las especies de ocote, sabino y encino desaparecieron.
“Llevamos años luchando contra la tala clandestina, en concreto mi organización Ocotenco Kuautlali de 2007 a la fecha ha denunciado la tala clandestina que no para y las autoridades no han intervenido. Entonces, ¿qué pasa?, ¿nos preocupamos por el cambio climático o sólo son documentos, papeles?”.
El colectivo mencionó que su objetivo era denunciar nula acción de las dependencias federales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ante la tala desmedida que no para mientras que los montes desaparecen en la impunidad.
De acuerdo con datos de Connectas, las zonas críticas de tala clandestina son Acaxochitlán, Agua Blanca y Singuilucan, las cuales pertenecen a una de las cinco unidades de manejo forestal (Umafor) 1303, con 564 mil 997 hectáreas, abarcando la zona de Tulancingo y región Otomí-Tepehua.
SCARLET HERNÁNDEZ
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