A días de que Monseñor Oscar Roberto Domínguez Couttolenc reciba el mando de la Arquidiócesis de Tulancingo así como de la Provincia Eclesiástica de Hidalgo, el gobernador, Julio Menchaca, aseguró que ya pudo platicar con él.
Compartió que ambos acordaron colaboración en varios temas, entre ellos, el combate a la violencia en la entidad.
Y es que según declaró el mandatario, le solicitó al clérigo que exhorte a la feligresía de Hidalgo para que se detengan conflictos, agresiones y violencia por motivos religiosos.
Asimismo, ambos coincidieron, cuenta el gobernador, en promover la tolerancia y respeto a derechos humanos en las comunidades.
“Le platiqué el tema de trabajar que es un hombre con mucha capacidad con mucha sabiduría de que nos ayude a trabajar en la tolerancia en cada uno con sus liderazgos para poder estar transitando con el respeto a los usos y costumbres, pero con fundamentalmente con respecto a los derechos humanos”.
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Esta colaboración es indispensable en municipios como…
Ante tal solicitud, el primer mandatario hidalguense expuso que Domínguez Couttolenc mostró compromiso para la erradicación de la violencia por motivos religiosos, al recordar que a finales del mes pasado en Yahualica, un ciudadano fue desterrado de su localidad al rechazar participar como ayudante de la iglesia.
Otro problema de esta índole ocurre en Huejutla, donde cerca de 40 familias de las localidades de Rancho Nuevo y Coamila, fueron expulsadas por no ejercer el catolicismo y ser participantes de una iglesia bautista.
Los afectados sufrieron de hostigamiento y hasta despojo de tierras.
Si bien esta problemática corresponde a la Diócesis de Huejutla, la Arquidiócesis de Tulancingo puede emitir recomendaciones para la resolución de conflictos, ya que la circunscripción católica de la Ciudad de los Satélites es la cabecera de la Provincia Eclesiástica de Hidalgo.
Esta plática se dio el pasado 5 de agosto, mismo día en que el nuevo Arzobispo se instaló en Tulancingo, previo a tomar la responsabilidad de la Arquidiócesis el próximo 28 de agosto.
Es habitual que este día, la población tulancinguense escolte al nuevo Arzobispo en una procesión colorida y festiva por las calles del centro de la ciudad.
Al otro día, el 29 de agosto, se celebrará una misa de “inicio de ministerio“, con presencia de los más de 150 sacerdotes de la Arquidiócesis, seminaristas y público en general.
Es aquí cuando oficialmente concluye la gestión de Domingo Díaz y Oscar Roberto Domínguez Couttolenc se convierte oficialmente en el tercer Arzobispo en la historia de Tulancingo.
ENRIQUE GUTIÉRREZ
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