La Arquidiócesis de Tulancingo se comprometió a investigar y aplicar una política de cero tolerancia en los casos de abuso sexual en los que presuntamente estarían implicados dos sacerdotes.
Esto, siempre y cuando se presenten denuncias formales ante el órgano eclesiástico y el Ministerio Público.
Así lo aseguró el arzobispo Roberto Domínguez, en respuesta a señalamientos hechos en un podcast que se compartió en YouTube y resonó entre la sociedad tulancinguense.
“Quien tenga algo qué decir de las denuncias, que venga y que hable. ¿A quién investigas? Es una denuncia anónima. Cuando sea una denuncia donde ya identifiques a una persona agraviada, inmediatamente actuamos. Yo no puedo identificar a la denunciante, ¿quién es? Quien tenga algo que denuncie, con plena identificación y pruebas”.
El prelado señaló que, en cuanto exista una denuncia formal, las autoridades eclesiásticas actuarán “inmediatamente” conforme al código de conducta de la Iglesia y las disposiciones del derecho canónico.
Además, destacó que se intensificará la vigilancia a sacerdotes y seminaristas en la Arquidiócesis de Tulancingo.
Domínguez enfatizó que la Iglesia sigue el Vademécum, un documento que establece los pasos procesales ante casos de abuso sexual por parte del clero, y aseguró que se garantizará la protección y los derechos de las víctimas.
“No deben de tener temor, si alguien le faltó es un derecho de ella el venir y una obligación mía escucharla. Pero volvemos a lo mismo, tienen que entregar su identificación, la Iglesia en esto es muy recta”.
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El arzobispo descartó que exista una política de “puertas cerradas” para las víctimas y pidió a las personas afectadas acudir a las instancias correspondientes.
No obstante, también defendió que los casos individuales no deben generalizarse a toda la institución: “No por uno, todos somos pederastas. Como dice el dicho mexicano, una golondrina no hace verano”.
La denuncia…
Hace unas semanas, una mujer denunció a través del podcast Anónimo, publicado en YouTube, presuntos abusos sexuales ocurridos hace aproximadamente 16 años cuando ella era menor de edad y monaguilla en una parroquia de Tulancingo.
La denunciante relató que uno de los sacerdotes señalados, quien sigue como párroco en la ciudad, la manipuló emocionalmente para estar a solas con ella y mantener acercamientos sexuales.
Otro sacerdote habría cometido violación en su contra, valiéndose de manipulaciones sentimentales, lo que, según la legislación mexicana, constituye el delito de estupro.
Según su testimonio, los hechos ocurrieron en diversas locaciones, incluyendo la Parroquia La Villita, el Seminario Mayor y la Catedral Metropolitana de Tulancingo.
Hasta el momento, se desconoce si la víctima ya presentó una denuncia formal ante las autoridades civiles o eclesiásticas.
Finalmente, el Arzobispo de la Arquidiócesis reiteró su disposición a colaborar plenamente con las investigaciones y aplicar sanciones en caso de comprobarse los hechos.
ENRIQUE GUTIÉRREZ
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