
Y así fue, durante su matrimonio se convirtió en “Doña Chingona”, y suena bien ¿no?, ser chingón es ser experto en algo, en México reconocemos a los Chingones, y sí, no es malo serlo, pero en éste relato, ser “Doña Chingona”, fue algo así: yo puedo, yo lo hago, yo me encargo, yo, yo, yo.
¿Y qué pasaba con él?
No crean que voy a hablar mal del hombre, no es mi estilo, solo un paréntesis, (creo en el karma.)
Continuemos, claro que él hacia lo que le correspondía, pero lo que sucedió es que ella asumía más cosas sin darse cuenta, creció en un núcleo familiar donde la palabra no puedo no era opción, siempre había una forma para lograr lo que fuera.
Ella lo ponía en práctica, sólo que desvío un poco el significado, y se compró la idea de que eso era ser buena madre, buena esposa, buena profesionista, y no vio, que estaba en un error, porque ser la que siempre puede no era sinónimo de tener un matrimonio “hasta que la muerte los separe”.
Toma nota:
Ser “Doña o Don Chingón” no es malo, el secreto está en encontrar el equilibrio, quizá tu también eres así y no lo notas, quizá te gusta tener el control de todo, y crees que sin ti las cosas no salen bien ya sea en tu casa o en tu trabajo, o bien porque no quieres dar molestias a la gente de tu vida, y bueno tú puedes con todo y ¿qué?.
Pero no es así, aprendi que levantar la mano para pedir ayuda, poner límites a tu entorno, y no asumir responsabilidades de más cuando afecta tu estabilidad, también es ser “Doña Chingona”.
Y a ti, ¿te gusta tener el control?
7. Mira tu reflejo sin etiquetas
6. Enfrenta tu monstruo interior
5. Cuando la noche es más oscura, es porque pronto amanecerá
CLAUDIA FRANCO
Si quieres enterarte de más, síguenos en Facebook, YouTube o bien TikTok