Solo tenía dos caminos, pero de algo estaba segura, no tomaría el camino fácil de víctima, y aunque no tenía respuestas necesitaba salir de ese dolor lo más pronto posible, y la victimización no le funcionaría para tener paz en su vida.
En primer lugar, tomó la decisión de escuchar el silencio que la acompañaba para ir armando el rompecabezas, y lo mejor, se escuchó a ella misma y ¿qué crees?, se dio cuenta de una gran revelación.
Observó que a pesar de haber sido “tan buena” como siempre se lo dijo su pareja, ella también había sido responsable de ese resultado.
Te preguntarás, ¿pero cómo?, si ella “no hizo nada”.
Sin embargo, vió que “inconscientemente” participó con acciones y omisiones, por lo que saber que tenía parte de responsabilidad fue bálsamo para su vida y el gran inicio para su liberación de odio y resentimiento.
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Nota: Muchas veces culpamos a la pareja por “nuestra infelicidad” por el motivo que sea, por naturaleza buscamos a quien señalar y queremos encontrar la forma de salir librados con el traje de víctima.
Es muy fácil ponerle a nuestro cónyuge e incluso a nuestro novi@ el papel de victimari@, pero aunque no nos guste esto, siempre es un 50% y 50% de participación.
El distanciamiento con nuestra pareja no surge por casualidad, las partes lo nutrimos arduamente, cuando damos por sentado que estarán ahí siempre, solo porque es tu esposo/a, cuando no ponemos límites, cuando dejamos de tener atenciones, etc., es como alimentar un monstruo que crece y crece sin darnos cuenta.
¿Y tú, culpas o eliges asumir tu parte de responsabilidad para mejorar tus relaciones?
CLAUDIA FRANCO
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