Stephanie Gottlieb, la joyería con sede en Nueva York, ha ganado fama y prestigio entre las celebridades gracias a sus diseños exclusivos y sofisticados.
Fundada por la talentosa diseñadora que lleva el mismo nombre, esta casa joyera se ha convertido en el destino preferido para quienes buscan piezas únicas y de alta calidad.
Cada pieza de su colección es meticulosamente elaborada con los materiales más finos, creando obras maestras que capturan la esencia del lujo y la sofisticación.
Desde deslumbrantes collares, hasta anillos y pendientes. Cada joya es una muestra del talento y la atención al detalle que caracterizan a esta marca.
Una de las características más notables de Stephanie Gottlieb es su enfoque en la personalización. Los clientes pueden encargar piezas únicas que reflejen sus gustos y memorias más preciadas.
Los brazaletes personalizados, por ejemplo, permiten incluir fechas importantes, iniciales o pequeños diseños significativos, haciendo que cada joya sea verdaderamente única y personal.
No es de extrañar que estrellas como Taylor Swift elijan a Stephanie Gottlieb para sus momentos más importantes. En el reciente Super Bowl LVIII, Swift lució un deslumbrante colgante con el número 87 en honor a su pareja, Travis Kelce.
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Esta pieza elaborada en oro blanco o amarillo de 14 quilates y adornada con diamantes, es un claro ejemplo del ingenio y la habilidad de la joyería para crear diseños que no solo destacan por su belleza, sino también por su significado.
Stephanie Gottlieb también ofrece recomendaciones detalladas para el cuidado de sus joyas, asegurando que cada pieza mantenga su esplendor con el paso del tiempo. Y como a la famosa le gusta todo lo que tenga detalles muy cuidados decidió utilizar estas joyas.
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