La creencia de que los gatos negros traen mala suerte es más antigua que muchas supersticiones. Todo comenzó en la Edad Media, cuando la Iglesia católica empezó a asociar a estos felinos con la brujería.
Se decía que las brujas podían transformarse en gatos negros para hacer travesuras o que los gatos eran sus familiares.
Por eso, con el tiempo, estos mininos se convirtieron en símbolos de mal augurio. La gente empezó a temerlos y la idea de que un gato negro cruzara tu camino era vista como un presagio de desgracia.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta creencia. En muchas culturas, los gatos negros son considerados símbolos de buena suerte. Por ejemplo, en Japón, tener un gato negro es un signo de prosperidad. Así que, mientras algunos se asustan al ver uno, otros celebran su presencia.
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Los más famosos
Salem
Algunos gatos negros famosos que han desafiado esta mala fama. Primero, está Salem, el icónico gato de “Sabrina, la bruja adolescente”. Con su sarcasmo y humor, Salem se convirtió en un favorito de la televisión, demostrando que los gatos negros pueden ser adorables y divertidos.
Jiji
Luego tenemos a Jiji, el gato de “Kiki, la aprendiz de bruja”, de Studio Ghibli. Este compañero leal y parlante se roba el show y nos muestra que los gatos negros pueden ser sabios y encantadores.
The Cat
el enigmático felino de “Coraline”. Aunque su papel es un poco más oscuro, es astuto y ayuda a la protagonista a enfrentar sus miedos, demostrando que la verdadera valentía viene en todas las formas, incluso en un gato negro.
Así que la próxima vez que veas un gato negro, piensa en la historia y en estos personajes. Puede que te traiga más suerte de la que imaginas.
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