¿Sabías que en la famosa historia de los Reyes Magos, siempre hay tres, pero en realidad podría haber existido un cuarto?
Sí, lo leíste bien, aunque en la tradición cristiana y en los relatos bíblicos conocemos a Melchor, Gaspar y Baltasar, algunos relatos y leyendas antiguas nos cuentan que originalmente existió un cuarto rey mago, cuya historia ha sido olvidada por siglos.
El cuarto rey mago tiene varios nombres dependiendo de la fuente. Uno de los más comunes es Artabán.
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Según las leyendas, Artabán era un sabio y generoso mago de Oriente, que, al igual que sus compañeros, siguió la estrella que anunciaba el nacimiento de Jesús.
Sin embargo, a diferencia de los otros tres, Artabán tuvo un viaje más complicado.
En su camino, se detuvo para ayudar a los necesitados y a los enfermos, lo que le hizo llegar tarde a Belén.
Cuando finalmente llegó, ya no encontró al niño Jesús, pero no dejó de hacer el bien en su camino.
En algunas versiones de la historia, Artabán termina su vida ayudando a los pobres y mostrando un amor incondicional, convirtiéndose en un símbolo de la generosidad y la misericordia.
Aunque la historia de Artabán no es tan conocida, su legado nos invita a reflexionar sobre el verdadero sentido de la Navidad: la bondad, el servicio al prójimo y la búsqueda de la paz.
¡Quién sabe, tal vez uno de estos días Artabán regrese para recordarnos lo que realmente importa!
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