En medio de la mayor inestabilidad desde la Guerra Fría, el Reino Unido se prepara para todo. El primer ministro Keir Starmer lanza un ambicioso plan de defensa que promete submarinos nucleares, fábricas de municiones y una postura disuasiva contundente.
Reino Unido listo para el combate
Sir Keir Starmer no se anduvo con rodeos. Desde Glasgow y con el telón de fondo de un mundo al borde del colapso diplomático, el primer ministro británico activó el “modo preparación para la guerra”. El anuncio fue directo, el Reino Unido no va a esperar a que el conflicto toque la puerta, va a anticiparse.
“La paz se mantiene con fuerza”, dijo Starmer, con tono firme. Y para sostener esa paz, su gobierno construirá hasta 12 submarinos de ataque, uno cada 18 meses, reforzará su programa de armas nucleares con una inversión de £15 mil millones y ordenará la creación de seis nuevas fábricas de municiones en suelo británico.
La apuesta es blindar al país, generar miles de empleos y convertirse en un referente de poder militar europeo.
Submarinos, misiles y una economía de guerra
La Revisión Estratégica de Defensa que presentó Starmer va mucho más allá de los discursos.
Incluye el desarrollo de armamento de largo alcance con capacidad nuclear, nuevas baterías antimisiles y sistemas de defensa aérea pensados para escenarios reales, no para amenazas hipotéticas.
Gran Bretaña está lista para el siguiente capítulo de la historia.
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DIEGO LEIZA
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