Un clima soleado acompañado de la suave brisa de la zona montañosa de Barcelona fueron las condiciones que albergaron la edición 254 del clásico español, en la cancha del Estadio Olímpico de Montjuic el Real Madrid ganó en un cotejo lleno de drama.
55,926 aficionados, los Rolling Stones como invitados de lujo y millones de fans en todo el mundo disfrutaron de un increíble partido. A lo mejor, las personas que disfrutan más el juego pueden argumentar de que no existieron los suficientes goles para catalogarlo como un gran clásico.
Pero la realidad que las dos estrategias colectivas que presentaron los equipos fue sorprendente. Y las individuales que las nuevas figuras mundiales tuvieron nos brindaron un espectáculo muy similar al que teníamos con CR7 y Messi.
Real Madrid ganó de último minuto el clásico español
Desde el silbatazo inicial, el medio campo se convirtió en el lugar predilecto de la batalla. Los dos buscaban imponer su estilo de juego, este ritmo ocasionó que los errores fueran constantes.
En el minuto seis la zaga merengue buscaba alejar el peligro de su zona pero en su afán de salir jugando con el esférico. Cometieron un garrafal error, el cual İlkay Gündoğan aprovecho para obtener su primer gol como blaugrana y adelantar al Barcelona en el marcador.
Gracias al gol tempranero las circunstancias cambiaron y el Barcelona comenzó a usar una estrategia de defender controlando el balón. Ese movimiento les sirvió y durante 55 minutos lograron secar a figuras como Vinicius Jr., Rodrygo y Bellingham.
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Llegando al minuto 65 y fiel a su identidad y estilo, el Real Madrid no dejaría que la historia culminara de esa manera. Desde ese momento lograron romper la estructura de Xavi Hernández cambiando la historia completamente.
Bellingham que en los últimos meses se ha posicionado como el nuevo ídolo blanco, se echó el equipo al hombro. Y en el minuto 69 conectó el esférico desde fuera del área grande para obtener un golazo y empatar los cartones.
Esa acción congeló a propios y extraños, y con casi 25 minutos restantes de fútbol lo mejor estaba por venir. Tras la anotación nuevamente vimos una pelea desde el banquillo en donde todo indicaba que se conformarían con el empate.
Ya en tiempo complementario el inglés tendría la última palabra y aprovecharía un gran centro de Modric. Nuevamente, venció a Ter Stegen para ganar el partido en el último minuto, un detalle en su celebración final fue cuando se acercó a silenciar la tribuna blaugrana como lo hizo Messi en Madrid hace unos años.
Sin lugar a dudas, el mejor partido del mundo a nivel de clubes no decepcionó. Y con las plantillas renovadas no podemos ilusionarnos en que regresen los clásicos dorados de hace unos años.