¿Buscas una película oscura pero igualmente tierna y divertida? Entonces no te puedes perder Frankenweenie, del director Tim Burton.
¿De qué trata Frankenweenie?
Creo que todos daríamos lo que fuera para traer de vuelta, del mundo de los muertos, y aunque sea por un pequeño instante, a una mascota.
Aquellos que comprenden el dolor y profunda tristeza que embargan nuestros cuerpos y mentes al perder a un ser querido del tipo animal saben a qué me refiero.
La pérdida de un perro, un gato, un hámster, incluso un pez, trae consigo siempre una etapa llena de llanto y sufrimiento que ni los recuerdos más bonitos pueden curar.
Esa es la premisa de una de las películas animadas más entristecedoras de los últimos años de Disney: Frankenweenie.
Escrita por John August y bajo la dirección del siempre oscuro Tim Burton, Frankenweenie retrata la vida de un pequeño de nombre Viktor Frankenstein, —curioso nombre, ¿cierto? — quien decide emprender la difícil misión de revivir a su perro Sparky luego de que este fuera atropellado en el que parecía ser un día normal.
A pesar de lograr su cometido, el protagonista de la historia y los sucesos que se van presentando alrededor de él nos harán darnos cuenta de la importancia de dejar descansar a los seres queridos que ya no se encuentran con nosotros.
Pues a pesar de que a todo el mundo le gustaría volver a disfrutar del cariño y amor de nuestros difuntos parece que la muerte es un hecho irremediable, al que hay que aceptar cueste lo que cueste.
Con una estética lúgubre a blanco y negro y filmada en stop motion, esta cinta del ya un tanto lejano año 2012 es una gran opción para disfrutar un fin de semana, y también un motivo por el cual llorar, por qué no.
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Frankenweenie y su increíble soundtrack
Además del ambiente oscuro, tierno y melancólico que tiene ya en sí la película, esta se complementa a la perfección con el increíble álbum musical que se lanzó para su promoción.
En él se pueden encontrar canciones como: “Almost there” (Passion Pit), “Polartropic” (Mark Foster), “Lost Cause” (Imagine Dragons), “Witchcraft” (Robert Smith) o “Strange Love” (Karen O), que con su melodía y letras tristes terminan por ser la combinación ideal para el filme.
Frankenweenie contiene, por encima de todo lo demás un mensaje interesante y de reflexión: que la vida y la muerte son parte del mismo proceso, que los ciclos deben terminar y que las buenas intenciones no siempre traen buenos resultados.
AXEL LOPEZ
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