Como un “clásico sabadazo” calificó el presidente Andrés Manuel López Obrador la determinación de un juez de conceder prisión domiciliaria en uno de los dos procesos en contra del ex procurador Jesús Murillo Karam.
Esta semana el juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio con sede en el Reclusorio Norte, José Rivas González, le concedió la medida a Murillo Karam.
La medida fue respecto al juicio donde se le acusó de tortura, desaparición forzada y contra la administración de la justicia.
En el caso Murillo, juez fue aleccionado
Según López Obrador, durante la audiencia el juez habló mal de él al acusarlo de no cumplir con su compromiso de aclarar el caso Ayotzinapa.
Por esta razón, AMLO consideró que al juzgador lo asesoró Diego Fernández de Cevallos, ex aspirante a la presidencia de México.
Indicó que “sí, fue muy raro, porque se suponía que no había servicio, que estaban cerrados los juzgados, incluso el juez que resuelve no es el titular, es el sábado, o sea un clásico sabadazo”.
De acuerdo a la información que tengo, dijo, citaron a audiencia con poca anticipación, siempre hay un plazo de 48 horas y al parecer, el plazo fue de dos horas y media.
“Asistió la Fiscalía, no sé cómo, de suerte, y el juez – de acuerdo al informe que tengo – sí actuó por consigna, porque se dedicó a hablar mal de mí, nada más estoy pidiendo formalmente grabación”.
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López Obrador expresó que el juez se dedicó a decir que el Poder Judicial estaba por encima del Ejecutivo.
“Que ya no el tiempo de que los trataban con látigos y que ellos tenían más poder que nadie, que podía hacer lo que quisiera y que además nosotros no estábamos cumpliendo con el compromiso que hicimos de aclarar el caso de Ayotzinapa y que ya llevábamos cinco años y se metió como si lo hubiese asesorado Diego Fernández de Cevallos”.
ARIEL HERNÁNDEZ
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