Puede que alguna vez te hayas preguntado esto, tiene una respuesta científica y una popular, pues es algo que vivimos cada navidad y año nuevo, incluso cuando nuestra comida es llevada de excursión.
Ahí te va la respuesta científica
Este tema ha fascinado a muchos, por lo que científicos del Instituto de Tecnólogos de Alimentos llegaron a la conclusión de que los platillos guardados en días anteriores, refuerzan su sabor gracias a las reacciones químicas después de la preparación.
Tras este reposo, se liberan moléculas de sabor, estas se concentran dentro de la grasa o el almidón que contienen los alimentos.
Otra razón por lo que lo grasosito sabe mejor.
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Otra razón que influye en el sabor es tu memoria, la manera en que recuerdas el sabor de una comida influye para la siguiente ocasión que la consumas.
El cerebro es quien percibe los sabores aunque se creen en la boca.
Ahora viene la respuesta de las abuelitas
Las abuelitas y la gente mayor en general, remontan sus recuerdos a sus tiempos de jornaleros, las duras horas de trabajo hacían que se esperase la hora de la comida para descansar y echar un bocado.
La comida tradicional mexicana es rica en sabores, sin embargo, cuando llevas tu itacate a tu centro de trabajo o escuela, le das tiempo a la comida de que agarre más sabor.
Incluso, aunque no se vuelvan a calentar, guardan ese sabor concentrado.
No por nada los recalentados de navidad y año nuevo son los más esperados por los comensales, pues ya se sabe que tiene mejor sabor y textura.
¿A tí qué comida te gusta más estando paseada? Comenta
SCARLET HERNÁNDEZ
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