La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, acusó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, de “alentar las protestas violentas” en el contexto de las recientes redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Los Ángeles, California.
Esta declaración se realizó durante una conferencia de prensa en la que también participó el presidente Donald Trump, quien ha mantenido una postura firme sobre la inmigración y la seguridad fronteriza.
Noem hizo estas afirmaciones en un momento en que las tensiones entre ambos países han aumentado debido a las políticas migratorias y las acciones de las autoridades estadounidenses en territorio estadounidense. Las redadas de ICE han generado un clima de incertidumbre y temor entre las comunidades inmigrantes, originando protestas en varias ciudades, incluyendo Los Ángeles.
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En respuesta a estas acusaciones, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, utilizó su cuenta de X para aclarar su posición. En su mensaje, expresó:
“Hace unos momentos, ante una pregunta de un medio, la secretaria de Seguridad Interior de los Estados Unidos, equivocadamente mencionó que alenté protestas violentas en Los Ángeles. Le informo que es absolutamente falso. Aquí dejo mi declaración del día de ayer donde claramente condeno las manifestaciones violentas. Siempre hemos estado en contra de ello y más ahora desde la alta responsabilidad que represento”.
Sheinbaum continuó enfatizando que su administración se compromete a la defensa de los derechos de los mexicanos, tanto en el país como en el extranjero.
“Nuestra posición es y seguirá siendo la defensa de las y los mexicanos honestos, trabajadores, que ayudan a la economía de los Estados Unidos y a sus familias en México. Estoy segura que el diálogo y el respeto son la mejor vía de entendimiento entre nuestros pueblos y nuestras naciones y que este malentendido se aclarará”.
Las autoridades mexicanas han expresado su preocupación por el trato a los inmigrantes en Estados Unidos y han instado a un enfoque más humano y comprensivo hacia las comunidades afectadas. Mientras tanto, la administración estadounidense continúa defendiendo sus políticas de seguridad y control fronterizo, lo que genera un ambiente de tensión y desconfianza entre ambos gobiernos.
ARIEL HERNÁNDEZ
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