Hamás ha roto el silencio. En medio de uno de los conflictos más sangrientos de los últimos años, el grupo palestino respondió a la propuesta de alto el fuego impulsada por Estados Unidos.
Pero no fue un simple “sí” ni un “no”. Fue una contraofensiva diplomática que busca cambiar las reglas del juego: una tregua permanente, la retirada completa del ejército israelí de Gaza y la entrada masiva de ayuda humanitaria.
¿Qué dijo Hamás?
El grupo islamista puso sobre la mesa la entrega de rehenes, 10 vivos y 18 fallecidos, como parte de un acuerdo progresivo. Su mensaje es claro, no más pausas tácticas, queremos el fin total de la guerra.
Israel no compra el discurso.
La oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu desechó la propuesta y la calificó como “totalmente inaceptable”. Desde Jerusalén acusan a Hamás de seguir poniendo condiciones irreales y reafirmaron que las operaciones militares continuarán con o sin diálogo.
Detrás de este nuevo capítulo hay más que negociaciones: hay mediadores como Egipto, Catar y EE.UU. que luchan contra reloj por una tregua real.
Sin embargo, la historia reciente pesa: la última tregua colapsó en cuestión de semanas.
¿Se abrirá una puerta a la paz o estamos ante otra promesa enterrada bajo los escombros de Gaza?
DIEGO LEIZA
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