Cuidar las almohadillas de tu perro es clave para mantenerlo sano y feliz. Estos pequeñas “zapatos” son súper importantes para ellos, ya que protegen sus patas de superficies duras, temperaturas extremas y objetos punzantes. Aquí te dejo algunos consejos cariñosos para mimar esas garritas.
Primero observa el estado de sus almohadillas. Si notas grietas, enrojecimiento o cualquier cosa fuera de lo común, es momento de actuar.
Toma en cuenta
La hidratación es esencial
Usa cremas o bálsamos específicos para perros que ayuden a mantener la suavidad y prevenir lesiones. Aplica un poco después de paseos largos o en días fríos.
¡Atención con el clima!
En invierno y la suciedad de las calles puede irritar las almohadillas. Siempre que salgas, revisa las patas de tu peludo y al volver a casa límpialas con un paño húmedo.
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En verano
Evita que camine sobre superficies muy calientes, como el asfalto. Un buen truco es poner la mano sobre el suelo: si te quema, a tu perro también le dolerá.
Recuerda que el ejercicio es vital, pero siempre a un ritmo adecuado. No sobrecargues a tu amigo con paseos largos si no está acostumbrado. Un buen calentamiento y estiramiento antes de jugar son ideales.
Por último, ¡no olvides la diversión! Un perro feliz es un perro saludable. Jugar en la arena o el césped suave no solo es divertido, sino que también ayuda a mantener sus patas en buen estado.
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