Recientemente, el caso de Rayne Beau, un gato que recorrió 1.287 kilómetros para regresar a su hogar tras perderse en Yellowstone. Ha despertado el interés sobre la capacidad de los felinos para orientarse a grandes distancias.
Los gatos son animales muy territoriales que marcan su hogar con feromonas, que son sustancias químicas que dejan en su entorno. Estas marcas les permiten reconocer su territorio seguro y señalarlo a otros animales.
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Los felinos utilizan feromonas faciales al frotarse contra objetos y personas, creando un mapa olfativo que les ayuda a navegar.
Esta capacidad para marcar su territorio varía entre gatos. Algunos pueden tener territorios más amplios, mientras que otros se limitan a áreas más pequeñas,como los que viven exclusivamente en interiores.
Cuando un gato se aleja de su zona segura, puede seguir dejando feromonas que le ayudan a encontrar el camino de regreso. Aunque los gatos suelen ser seres solitarios, también pueden compartir su territorio con otros si hay suficiente alimento disponible
A pesar de que casos como el de Rayne Beau son raros, se han documentado otros gatos que han recorrido grandes distancias para regresar a casa.
Sin embargo, aún se sabe poco sobre cómo logran orientarse. Investigaciones recientes sugieren que, al igual que algunos animales migratorios, los gatos podrían tener la capacidad de detectar campos magnéticos de la Tierra, lo que les ayudaría en su travesía.
En resumen, la increíble habilidad de los gatos para encontrar el camino de regreso a su hogar, incluso después de recorrer distancias significativas, sigue siendo un fenómeno que fascina y desafía nuestra comprensión sobre la orientación animal.
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