El debate sobre la longevidad humana se ha reavivado con nuevos estudios que cuestionan si realmente existe un límite fijo para la esperanza de vida.
Anteriormente, los investigadores consideraban que el tope estaba en torno a los 115 años, pero ahora, algunos expertos sugieren que este límite podría ser más flexible de lo que se pensaba.
Factores como los avances médicos, la tecnología y la mejora de los cuidados de salud podrían seguir extendiendo nuestra longevidad.
Un estudio reciente plantea que no se ha observado un umbral definitivo que establezca cuánto tiempo puede vivir una persona.
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Las mejoras en los tratamientos contra enfermedades y las condiciones de vida han permitido que más personas alcancen edades avanzadas.
¿Hacia dónde va la esperanza de vida?
Algunos investigadores creen que este progreso podría continuar sin un tope claro a la vista.
Sin embargo, otros expertos mantienen que, aunque la esperanza de vida promedio sigue aumentando, el límite biológico máximo aún está por descubrirse.
Este nuevo análisis invita a la reflexión sobre hasta dónde podrá llegar la humanidad en términos de longevidad y qué retos podría enfrentar en el futuro.
El estudio analizó datos sobre la esperanza de vida al nacer que fueron recopilados entre 1990 y 2019 de algunos de los lugares donde las personas tienden a vivir más tiempo.
Australia, Corea del Sur, España, Francia, Hong Kong, Italia, Japón, Suecia y Suiza.
Se descubrió que aunque la esperanza de vida media aumentó durante ese periodo en todos los lugares estudiados, el ritmo al que lo hizo se ralentizó.
La persona más anciana de la que se tiene constancia, la francesa Jeanne Calment, vivió hasta los 122 años.
¿Cuáles son las probabilidades de que nosotros también lleguemos a esa edad?
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