¿Haz tenido un mal día en que simplemente nada te sale bien? Desde que te levantas hasta que te acuestas nuevamente, parece que todo conspira para arruinarte el humor, desde tu jefe insoportable hasta tu pareja haciéndote un ataque de celos por algo que pasó hace años.
Aunque no existe una fórmula mágica para borrar lo que pasó, sí hay formas de cuidar tu mente y tu corazón cuando el día te dejó hecho añicos. Aquí te van algunas recomendaciones para evitar que te arranques el cabello en un ataque de desesperación:
1. Haz un corte radical
Cambia de escenario en cuanto tengas oportunidad. Sal a caminar, métete a bañar, cambia de ropa o ponte tus audífonos con la música de ese artista que t entiende. Tu cerebro necesita una señal clara de que el día “terminó”, aunque sea simbólicamente.
2. Come algo que te haga bien
No estamos hablando de uno de esos atracones de comida, pero sí de darte ese pequeño gusto que te recuerda que mereces apapacho. Un buen café, una hamburguesa o el platillo que sea de tu agrado. El chiste es recordar que por un mal día no todo está perdido.
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3. Desahógate sin juicio
Escribe todo lo que sientes. En una libreta o en el famoso bloc de notas de tu celular, pero sácalo. No importa si tiene sentido o no. Si lo prefieres también puedes grabar una nota de voz o contarle todo en un mar de lágrimas a tu mejor amigo.
4. No te obligues a estar bien
Eso del positivismo forzado s mejor dejarlo de lado. Porque sí, sentir emociones negativas también es aceptable, y mientras más las aceptes más rápido será recuperarte anímicamente.
5. Recuerda: mañana no será igual
Parecerá una frase cliché pero es cierto. Los estados de ánimo no son permanentes, aunque hoy parezca que lo son. Mañana puedes despertarte diferente. Y si no, pasado. Pero cada día tiene la posibilidad de reinicio después de ese mal día.
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