La feria de arte Art Basel en Miami es un evento donde parece que los artistas deciden poner a prueba la paciencia y bolsillo de los presentes. En este evento se vendió un plátano pegado con cinta a la pared que ya tiene dueño .
El responsable de esta pieza que tiene a todos rascándose la cabeza es el artista italiano Maurizio Cattelan, quien, en realidad, no está tan interesado en que entendamos el arte, sino en hacer una crítica al arte absurdo.
Cattelan logró lo que muchos deseaban: causar una conmoción total, haciendo que este plátano pegado a la pared se vendiera por la increíble cifra de 120 mil dólares (sí, como si fuera un diamante, pero con menos brillo). Y para que veas que no es broma, de las 12 piezas que creó, ¡ya se vendieron dos!
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Ahora, aquí es donde se pone interesante: los compradores de este “arte” no solo se llevan el plátano (porque, por supuesto, eso se descompone), sino un certificado de autenticidad que les da derecho a cambiar el plátano cuando éste se empiece a pudrir.
En pocas palabras, tienes que tener un plátano fresco cada cierto tiempo si eres dueño de “Comedian”. Pero claro, también te llevas la experiencia de ser dueño de una pieza que probablemente ni tú ni yo entendemos, pero que al parecer, vale mucho dinero.
Hong Kong
Y si piensas que esto solo pasa en Miami, hay más. En Hong Kong, un empresario chino-estadounidense ,dueño de la empresa de criptomonedas ‘TRON’, se gastó de 6.2 millones de dólares en una obra similar, y ¿qué hizo al recibirla? ¡Se la comió!
Así tal cual. Después de ganar la subasta, el hombre llamado Justin Sun, decidió que el arte debía ser digerido literalmente. Al parecer después de morder el plátano comentó que “estaba mucho mejor que los otros plátanos”. ¡Claro, porque seguro que los plátanos de arte tienen un sabor especial!
¿Y qué podemos aprender de todo esto? Que el arte contemporáneo puede ser tan absurdo como un plátano con cinta adhesiva, pero si lo sabes vender, puede ser tu boleto a la fama y a un montón de dinero.
Mientras tanto, nosotros seguiremos esperando la siguiente pieza “comestible” que se vuelva viral. ¿Tal vez una manzana pegada con pegamento? Quien sabe.
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