Desde su llegada al Vaticano en 2013, el Papa Francisco I demostró que el fútbol no es solo un juego, sino una forma de predicar esperanza y libertad.
A diferencia de sus antecesores, el argentino no ocultaba su pasión por la pelota, ya que era fanático del San Lorenzo de Almagro y seguidor fiel de la Selección Argentina.
Para él, el fútbol es más que goles: es escuela de vida. Así lo contó en su autobiografía Esperanza, donde recuerda sus días como portero.
“No sabía de dónde venía la pelota, pero había que atajarla. Como en la vida”, escribió. Y aunque se describe como un “pata dura”, aseguraba que jugar lo hacía feliz, porque ahí encontraba una forma de expresar su libertad.
¿Messi, Maradona o Pelé? Francisco eligió
Aunque en 2013 recibió a la Albiceleste en el Vaticano y elogió con cariño a Lionel Messi, a quien animó a jugar “con humildad y alegría”, el Papa no dudó cuando le preguntaron por su futbolista favorito.
En una entrevista con la RAI, respondió con firmeza: “Yo me quedo con Pelé”.
Reconoció a Maradona como un genio del fútbol, pero lamentó sus tropiezos fuera del campo.
Sobre Messi, lo definió como “correctísimo”. Sin embargo, para Francisco, el rey sigue siendo el brasileño: “Pelé es un señor. Tiene un corazón enorme, es un hombre de humanidad”, dijo, recordando un encuentro con él en Buenos Aires.
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DIEGO LEIZA
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