Imagínalo, eliges un donante de esperma confiable, pero descubres que tiene más de 1,000 hijos. Este es el caso de Jacob Meijer.
Netflix lo expone en The Man with 1000 Kids, la docuserie sobre Jonathan Jacob Meijer, un neerlandés que burló los límites de donación y desató indignación.
Meijer, músico y YouTuber, utilizó clínicas de fertilidad y redes sociales para donar esperma en múltiples países.
Según la Fundación Donorkind, que representa a los hijos de donantes, sus acciones violaron las regulaciones en Países Bajos, donde el límite es de 25 hijos por donante para evitar problemas de consanguinidad.
Sin embargo, en países como Estados Unidos, no hay un control estricto, lo que permite que casos como este pasen desapercibidos.
Muchos padres se sintieron traicionados al descubrir la magnitud de sus donaciones. Alegan que Meijer no fue transparente y que sus acciones podrían generar consecuencias psicológicas y médicas en los niños al desconocer cuántos medios hermanos existen.
En 2023, una madre afectada y Donorkind lo demandaron, logrando que un tribunal le prohibiera seguir donando y ordenara la destrucción de sus muestras almacenadas.
Meijer se defiende asegurando que solo quería ayudar a familias a cumplir su sueño de ser padres. Afirma que nunca ocultó información y que la docuserie de Netflix exagera los hechos.
Sin embargo, su caso ha reavivado el debate sobre la regulación de la fertilidad y la necesidad de mayor control en la industria de la donación de esperma.
Más allá del escándalo, The Man with 1000 Kids pone sobre la mesa una cuestión inquietante.
¿Cuántos otros casos similares existen sin que nadie los descubra?
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DIEGO LEIZA
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