Los microplásticos se han convertido en una preocupación creciente, estos diminutos pedacitos de plástico, menores de 5 milímetros, están por todas partes: desde nuestras playas hasta el agua que bebemos.
¿Sabías que una sola botella de agua puede contener miles de microplásticos? ¡Impresionante y aterrador!
Provenientes de la descomposición de grandes piezas de plástico o como microperlas en productos cosméticos, los microplásticos representan una amenaza para la vida marina y, potencialmente, para nuestra salud.
Peces y aves marinas los ingieren accidentalmente, y eventualmente, podrían terminar en nuestro plato. Sí, estás leyendo bien: ¡plástico en nuestro sushi!
Pero no todo es desesperación, aunque los microplásticos son difíciles de eliminar por completo, podemos tomar medidas para reducir su impacto.
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Como dato curioso, te contamos que en España se prohibió la purpurina (diamantina) por completo, pues son microplásticos.
Optar por productos naturales y biodegradables, rechazar el uso de pajitas y bolsas plásticas de un solo uso, y apoyar iniciativas de limpieza de playas son formas efectivas de comenzar.
Recuerda, cada pequeña acción cuenta, al cuidar nuestro planeta, estamos construyendo un futuro más limpio y saludable para todos.
Así que la próxima vez que veas un microplástico, piensa en el cambio que puedes hacer.
¡Protege el planeta y di no a los microplásticos hoy mismo!
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