Integrantes del crimen organizado de los cárteles Los Tlacos y Los Ardillos, llegaron a un acuerdo en el municipio de Chilpancingo, Guerrero. De acuerdo con el obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, ambos grupos pactaron no agredirse y mantener la paz.
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El pacto entre los líderes de ambos grupos criminales se llevó a cabo luego de dialogar a través de una llamada vía telefónica en la que intervino el clero del estado de Guerrero.
Ambos grupos se disputan la venta de carne, huevo, así como las rutas del transporte público que salen de Chilpancingo y conectan a distintos municipios aledaños.
En las últimas semanas se registraron ataques contra las unidades del transporte público. En las agresiones algunos usuarios de los vehículos resultaron heridos.
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El acuerdo entre el crimen organizado en Chilpancingo, se presenta luego de un primer encuentro que resultó fallido, en el que ambos grupos determinaron enfrentarse por el control de distintos mercados de productos a través de los cuales obtienen recursos públicos.
Ariel Hernández
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