
En el fútbol en pocas ocasiones el resultado puede pasar a segundo plano, el día de hoy vivimos algo así en San Siro debido a que se convirtió en capital de la pelota regalándonos más de 100 minutos de magia pura, desgraciadamente un equipo tenía que perder, pero lo que hicieron el Inter de Milán y el Barcelona en la semifinal de vuelta de Champions League quedará escrito en la historia del deporte.
Más de 75,000 personas que se dieron cita en el estadio crearon un ambiente perfecto para el espectáculo que estábamos por vivir.
Con un marcador global empatado a tres los 22 protagonistas saltaron al terreno de juego listos para dejar lo mejor de sí y obtener el pase a la gran final.
Los primeros quince minutos fueron los más aburridos del cotejo debido a que ninguno tomaba la batuta para hacer daño en área rival. Todo cambio cuando Lautaro aprovechó una gran pinza para abrir el marcador.
Tras el gol los locales se adueñaron del partido y simplemente borraron del terreno a conjunto catalán, en el minuto 45 Cubarsi realizo una fuerte barrida a Lautaro regalándoles un penal. Los italianos no perdonaron y de la mano de Hakan Çalhanoğlu obtuvieron el segundo de la tarde.
Inter y Barcelona nos regalaron una noche mágica de Champions League
Afortunadamente, para los millones de aficionados del Barcelona el equipo reaccionó como el ave fénix. Tras los quince minutos de descanso saltaron al campo con actitud renovada y demostraron el porqué han tenido una temporada de ensueño.
En el minuto 54 Eric García entró al área chica para cerrar con broche de oro una gran jugada y conseguir el primer gol en tierras italianas.
Con los ánimos hasta el tope tuvieron que pasar 600 segundos para que la delantera blaugrana volviera a hacer de las suyas. Dani Olmo empató los cartones con un increíble cabezazo.
Tras el empate vivimos momentos raros en San Siro debido a que ningún equipo quería arriesgar demasiado. Obviamente, tanto talento no puede ser contenido durante mucho tiempo y en los últimos cinco minutos la magia volvió a hacerse presente. En el minuto 87 Raphinha realizó una gran jugada individual y obtuvo el gol que parecía definitivo.
Tras este duro golpe los italianos mostraron su gran espíritu, ya en tiempo complementario Francesco Acerbi obtuvo un gol de último minuto para mandar el cotejo a tiempos extras.
Ya en tiempo extra es una batalla diferente y en el minuto 99 Davide Frattesi obtuvo el tanto definitivo para clasificar al Inter de Milán a la gran final.
Lo que resto del tiempo extra el Barcelona generó jugadas de peligro, pero Sommer se agrandó y no pudieron conseguir el empate.
De esta manera, uno de los proyectos más constantes del viejo continente jugará la gran final en Alemania a fin de mes. Y los niños que simplemente estaban defendiendo su casa deberán esperar otra temporada para conquistar la sexta.
¡Bendita Champions League! NO TE ACABES NUNCA.
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