Hacer amigos después de los 30 es un reto. Entre el trabajo, responsabilidades y la vida en pareja (o la soltería bien vivida), conocer gente nueva se complica.
Pero ¿por qué se vuelve tan complicado conectar después de los 30?
Spoiler: no eres tú, es la vida adulta.
Aquí te explico por qué pasa y cómo solucionarlo
Menos tiempo, más filtros para los amigos
- Ya no tenemos el horario libre de los 20. Además, somos más selectivos, buscamos calidad, no cantidad.
- Pero ahora tu tiempo libre es oro molido y no lo inviertes con cualquiera.
- Ya no buscas gente para “cotorrear un rato”, sino conexiones más profundas, conversaciones que no den cruda moral y gente con quien puedas ser tú sin filtro.
Las amistades de antes cambian
- Algunos amigos se mudan, tienen hijos o simplemente toman otros caminos.
- Sí, ese amigo que veías todos los fines ahora vive en otro país, y la amiga de toda la vida ahora organiza fiestas infantiles en vez de brunch.
Pero… ¿Cómo lograrlo?
- Aprovecha lo que ya haces: El gym, tu oficina, el taller de cerámica que tomaste porque necesitabas “un hobby”. Esos lugares están llenos de potenciales amistades.
- Sé intencional: No basta con el clásico “hay que vernos”. Propón una fecha, hora y lugar. Invitar a alguien a un café no es raro. Raro es esperar que las amistades caigan del cielo.
- Di más “sí”: Aunque estés a un episodio de terminar tu serie, acepta esa invitación. Las conexiones inesperadas a veces vienen de la flojera vencida.
¿Listo para hacer nuevos amigos?
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DIEGO LEIZA
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