A pesar de la lluvia y el caos vial de la Ciudad de México, la afición se hizo presente y desde horas antes de que comenzara el cotejo entre el América y Chivas ya tenían un gran ambiente a las afueras del Estadio Azteca.
Alrededor de las nueve de la noche, con diez minutos, el árbitro dio el silbatazo inicial, comenzando con la edición número 250 del partido más importante del balompié azteca.
Los primeros quince minutos estuvieron llenos de adrenalina y por momentos parecía que los rojiblancos serían los que marcarían el ritmo de la noche.
Desgraciadamente, para la causa de los tapatíos todo cambió en cuestión de minutos y desde el minuto 20 hasta el 90 solo fue una fiesta azulcrema en el terreno de juego.
América humilló a Chivas en el Coloso de Santa Úrsula
En el minuto 22 Brian Rodríguez entró por la banda izquierda, por velocidad y talento se quitó a media defensa y de forma accidentada logró vencer al portero para abrir el marcador.
Después de la anotación, el equipo azulcrema se fue para adelante en búsqueda de ampliar el marcador lo más pronto posible.
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Su esfuerzo fue recompensado y en el minuto 37 Diego Valdés conectó un poema de tiro fuera del área grande y obtuvo el segundo tanto del encuentro.
Los equipos se fueron a medio tiempo con una victoria parcial de dos goles a cero a favor de los locales. Al iniciar el complemento, Guadalajara hizo un par de movimientos tácticos en búsqueda de revertir la situación.
A pesar de los esfuerzos de los visitantes, Valdés en el minuto 65 repito la dosis. Y nuevamente con un golazo sepultó los sueños de millones de chiva hermanos alrededor del país.
Ya con todo definido y después de que los dos equipos movieran sus piezas, Alejandro Zendejas en el minuto 80 sentenció el partido con un contragolpe y selló la humillación del chiverío en el clásico nacional.
Las Águilas del América lograron una actuación redonda y les regaló a sus millones de aficionados en todo México una noche inolvidable.