El monstruo de la comida rápida, McDonald’s, cambia de color y de estrategia.
La icónica cadena ya dejó atrás su tradicional rojo y amarillo para adoptar un tono verde, buscando proyectar una imagen más saludable y ecológica.
Este giro ya está en marcha en países como Alemania, Reino Unido, Francia y España, Estados Unidos, Canadá y ahora ya en México.
Esto en respuesta a la creciente preocupación por la obesidad infantil y la alimentación balanceada.
Ahora, los interiores de McDonald’s se sienten más como una cafetería moderna que como un fast-food tradicional.
¿De rojo a verde?
Desde 1962, la gran “M” dorada sobre fondo rojo ha sido sinónimo de McDonald’s en todo el mundo, representando éxito y expansión.
Sin embargo, en una era donde la conciencia ambiental y la alimentación saludable dominan la conversación, la marca apuesta por un cambio visual radical.
Cambiando su icónico rojo a un verde natural.
¿Qué generará McDonald’s con esto?
¿Será este rebranding un acierto o generará confusión entre sus clientes más fieles?
El nuevo McDonald’s busca transmitir naturalidad, equilibrio y sostenibilidad.
Como parte de esta transformación, también se ha simplificado el icónico logo, eliminando el nombre de la cadena para dejar solo la “M”, más minimalista y pura.
Pero el cambio no solo está dentro. Las fachadas también han dejado atrás la saturación visual para adoptar un diseño más limpio y elegante.
Los edificios ahora son más geométricos, con líneas simples y acabados en madera y metal oscuro que rompen con la imagen infantil de antaño.
El rojo brillante se ha desvanecido, y en su lugar, el café el verde y negro dominan la escena, proyectando un aire de modernidad y sofisticación.
Un cambio audaz que redefine la experiencia de marca y plantea una pregunta clave: ¿estamos ante el McDonald’s del futuro o una identidad que rompe con 60 años de historia?
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DIEGO LEIZA
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