El Nueve: el bar donde empezó la libertad en los 80´s
Cuando ser uno mismo era peligroso, El Nueve abrió sus puertas y su pista de baile en la CDMX, convirtiéndose en un símbolo de refugio, revolución y libertad en plena Zona Rosa.
Mucho antes de que existieran los antros LGBT+ de hoy, hubo un lugar que rompió todos los moldes en plena Zona Rosa, un bar donde ser tú mismo no solo era bienvenido, era el requisito para entrar, así que hablemos de El Nueve, el bar que en los 70´s y 80´s se convirtió en el refugio de quienes no encajaban en “lo normal”.
El cerebro detrás fue Henri Donnadieu, un francés que llegó a México enamorado del país y con ganas de armar algo completamente diferente. Junto con su entonces pareja, Manolo Fernández, montaron este lugar que desde el primer día fue un escándalo, pero también un éxito.
En el bar El Nueve cabían todos: drags, artistas, juniors de clóset, outsiders, escritores, modelos y leyendas como Pita Amor o Sasha Montenegro. Era un lugar de libertad total, con música que Henri traía directamente de Berlín, Londres o Nueva York cuando nadie más lo hacía. El Nueve era el punto de referencia, lo que ahí sonaba, seis meses después sonaba en todos lados.
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Y aunque el intento de llevar la fiesta a Acapulco terminó con una redada y el equipo en la cárcel (sí, todo por un montaje político que los acusó falsamente de drogas), El Nueve de CDMX siguió marcando historia hasta 1989. Fue más que un bar: fue un acto de rebeldía y amor propio en una época que apenas entendía la palabra “diversidad”.
Henri lo dijo clarito: “Sí, era un bar de esencia gay… pero lo abrí a todos. Quería un lugar donde lo único importante fuera el respeto”, y sin duda lo logró, convirtiéndose en la época dorada de los antros gay en la CDMX durante los 80s.
Hoy, muchos bares y espacios LGBT+ pueden existir gracias a que alguien, como Henri, se atrevió a desafiar los prejuicios hace casi 50 años.
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